Su pelo era marrón
Marrón como una avellana
Su piel era blanca
Blanca como la nieve más pura
Su pelo era corto
Corto como el césped recién arreglado
Su mano era pequeña
Pequeña y frágil como un colibrí multicolor
Sus brazos eran delgados
Delgados y fuertes, como el bambú
Sus ojos eran grandes
Grandes, siempre, como tratando de no olvidar que el amor a veces hace mal
Sus pasos eran cortos
Cortos y constantes, nunca se cansaba de buscar
Sus labios eran…
Sus labios, su boca… la que siempre gritaba libertad
La vi solo una vez
Nada más, que una vez
Su pelo no me encandiló
Su piel no me sintió
Su mano no me sujetó
Sus brazos no me abrazaron
Sus pasos no me acompañaron
Sus ojos no me miraron
Y sus labios…
Sus labios nunca me besaron.
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